martes, 5 de noviembre de 2013

Acerca del "World Building" (Construcción de Mundo) y la preparación de una novela



En los últimos meses he estado experimentando mucho con mi escritura. Estoy buscando mi propio camino como escritora.

A la largo de este año he probado diversos métodos de escritura. Desde el método “Copo de nieve” (del que hablé un poco en una entrada anterior); pasando por uno en el que cada día tenía que responder una serie de preguntas acerca de mi historia, mundo y personajes (sin poder empezar a escribir la historia como tal hasta como dos o tres meses después de esta rutina diaria de preguntas y respuestas); hasta llegar al método con el que empecé a escribir mi actual novela (UVELT) y que básicamente consistió en tener clara una idea base y comenzar a escribir enseguida sin preparar nada más de antemano.

Cada método que he probado me ha enseñado algo, tanto del oficio del escritor en general, como de mis particularidades como escritora.

En inglés hay dos términos para dos tipos de escritores opuestos en su abordaje del proceso de escritura: Los “pantsters” (muchas veces llamados en español “escritores brújula”, aquellos que principalmente improvisan sobre la marcha) y los “plotters” (conocidos en español como “escritores mapa”, aquellos que antes de comenzar a escribir lo planean todo al detalle).



Me he dado cuenta que yo tiendo a ser más “pantster” que “plotter”: soy demasiado impaciente para esperar a tenerlo todo planeado al detalle, pero aún así necesito un mínimo de estructura y preparación para no quedarme estancada cada dos por tres al momento de escribir. Por eso, he estado buscando un método que se adecúe a mí: un método que me ofrezca la preparación justa para poder sentarme a escribir sin tener que detenerme a cada rato a pensar en la historia para no caer en grandes contradicciones o para poder escribir la siguiente escena del libro; pero que al mismo tiempo me dé espacio suficiente para la improvisación y el descubrimiento mientras voy escribiendo.

En la búsqueda de dicho método he encontrado propuestas muy interesantes, como la que la autora Rachel Aaron comparte en su blog (How I Plot a Novel in Five Steps --> Cómo planeo una novela en cinco pasos) y un artículo publicado por Victoria Strauss que se titula “An Impatient Writer's Approach to World Building” (Acercamiento de un escritor impaciente a la “Construcción de mundo”).

Básicamente me he dado cuenta que lo que necesito es un marco general. Y que los detalles los puedo ir descubriendo por el camino mientras escribo. Pero hablar de un marco “general” resulta demasiado vago. ¿Qué se considera un marco general? ¿Qué elementos mínimos debería tener?



En su artículo, Victoria Strauss dice que antes nada, se asegura de tener muy en claro los principios fundamentales de su mundo y hace una descripción —de tres renglones— de estos principios para su novela “The Arm of the Stone”. Si tradujéramos esto al mundo de Harry Potter creo que sería algo como: “un mundo mágico paralelo que existe dentro del mundo humano sin que los humanos no magos (conocidos como “muggles”) sepan de su existencia. Este mundo cuenta con su propio gobierno independiente en cada país que se encarga tanto de los asuntos de la comunidad mágica en general, como de vigilar que la existencia de la magia se siga manteniendo en secreto a los muggles. Además, existen academias especiales en la que los jóvenes magos reciben instrucción para aprender a controlar y usar sus poderes, así como para prepararse para su futura vida como magos adultos.”

Por otro lado, me resultaron muy útiles los dos primeros pasos que Rachel Aaron menciona en su artículo “How I Plot a Novel in Five Steps”:

1) Escribir todo lo que ya sabes: Aquí es básicamente anotar todo lo que se nos ha ocurrido sobre la novela que vamos a escribir. No es necesario seguir un orden ni forzarnos a entrar en detalles. Según Rachel Aaron, aquí usualmente ella pone las ideas que explotaron en su mente y que la hicieron querer escribir esa historia en un comienzo.

2) Establecer las bases: Esta es la parte en la que se descubren los aspectos más elementales de los tres pilares de una historia: los personajes, el argumento y el escenario.

Para los personajes:

Protagonistas, antagonistas y personajes muy influyentes. En esta etapa ella no hace fichas detalladas de personajes, sino algo un poco más general que contenga lo siguiente: nombre, qué quiere, y la sensación general que tiene sobre el personaje. Lo importante es saber cómo cada personaje se relaciona con la trama. Historias detalladas, descripciones físicas y otras cosas se dejan para después.

Para el argumento:

Necesita el final y luego el principio, en ese orden. Después de eso necesita los sucesos claves. En este punto no es importante saber cómo esos sucesos claves se conectan entre sí o en qué orden deberían ir.

En esta parte ella determina también si la historia se desarrollará en un solo libro o si será parte de una saga o serie.

Finalmente, define qué clase de historia está intentando contar: ¿una historia de amor?, ¿una historia de aventuras?, ¿una historia de amor con un poco de aventura?, ¿una historia de aventuras con una subtrama de romance? Según el tipo de historia el énfasis y el tono serán diferentes.

Para el escenario:

El sistema mágico, si existe alguno. El sistema político básico. El lugar donde se desarrolla la historia y cómo se relaciona éste con el resto del mundo. La cultura, el nivel de tecnología, quién tiene poder y por qué, cómo llegó el mundo a su estado actual y porqué.

Aquí, en el paso dos —y especialmente en el escenario— nos adentramos de lleno en el “World Building”.

Además de lo que dice Rachel Aaron, encontré una entrada muy útil en el blog de Malinda Lo sobre aspectos claves a tener en cuenta para poder desarrollar ese marco general del que les hablé antes. La entrada se titula “Five Foundationsof World-building” (Cinco bases de la “Construcción de mundo”) y menciona lo siguiente:

1. Reglas

Si hay un sistema mágico o una tecnología muy avanzada es importante establecer unas reglas lógicas sobre cómo funciona y adherirnos a éstas.

(Y, desde mi punto de vista, independientemente de que haya magia o tecnología muy avanzada, siempre es muy importante conocer la lógica que subyace a nuestros mundos para luego no caer en contradicciones o terminar usando “deux ex machinas” para salir de aprietos).

2. Rituales

Los rituales marcan el paso de un individuo de un estado a otro y dicen mucho sobre la cultura en la que se realizan. Así por ejemplo, una boda es un ritual que marca el paso de la vida de solteros a la vida de casados, y el inicio de una nueva familia.

Hay muchos rituales en el mundo actual y en diferentes países: las ceremonias de graduación; el comer pastel de cumpleaños y soplar las velas pidiendo un deseo; las fiestas de quince años que celebran las chicas y que marcan su cambio de niña a mujer…

Y en mundos fantásticos como el de Harry Potter hay rituales como la ceremonia en la que el sombrero seleccionador determina la casa a la que pertenecerá cada nuevo aprendiz durante sus estudios en Hogwarts; o el banquete que marca el final de cada año escolar.

3. Poder

Los sistemas de jerarquías y la dinámica del poder:

¿Quién tiene poder?, ¿Quién es débil?, ¿Quién quiere ser poderoso?, etc.

4. Lugar

Es más que los escenarios individuales. Es describir el mundo desde la perspectiva de los personajes y apoyarnos en los cinco sentidos: olfato, tacto, vista, oído, gusto. Y ser específicos: no decir un perro sino un French Poodle, no decir un árbol sino un arce o un roble, y utilizar las diferentes tonalidades de los colores: verde oscuro, verde claro, verde manzana, verde fosforescente, etc.

5. Comida

Puede decirnos mucho sobre el mundo y sus personajes: gustos, estatus, cultura, tradiciones, normas de etiqueta, clase social, educación, crianza, dinámica relacional, etc.


MI CONCLUSIÓN:

Algunas cosas que leí en los artículos que menciono ya las había aplicado o pensado antes en mis escritos y en mi proceso de escritura; otras en cambio, me resultaron nuevas y me permitieron ampliar mi perspectiva. Definitivamente estos artículos me han ayudado a tener más claridad sobre las respuestas a las preguntas que planteé al inicio de esta entrada: ¿Qué se considera un marco general? ¿Qué elementos mínimos debería tener?

Así pues, he llegado a la conclusión que para tener ese marco general —sin entrar en demasiados detalles que me quiten la aventura y emoción del descubrimiento a medida que escribo— necesito lo siguiente en este orden:

1. ¿Por qué quiero escribir esta historia? ¿Qué me llama la atención y me emociona sobre ella? ¿Qué idea o deseo dio origen a esta historia? ¿Qué quiero contar o mostrar a través de esta historia?

2. Personajes: Protagonistas, antagonistas y muy influyentes. Cada uno con su nombre, motivaciones y objetivos, e ideas generales que tengo sobre ellos y su rol en la trama. Los detalles los iré descubriendo a medida que escriba, pero para no hacerme un lío, creé unas fichas de personajes que he estado llenando a medida que voy escribiendo, para así poder mantener la coherencia de los detalles y otras cosas a lo largo de la historia.

3. Un resumen de no más de un párrafo sobre los principios fundamentales del mundo en el que se desarrolla mi historia.

4. Una idea general de la trama con sucesos claves a ocurrir y —dado que no me gusta tener los finales muy definidos desde el principio sino ir descubriéndolos e ideándolos a medida que escribo— una idea vaga de a dónde va a llegar la historia. Esto es algo que ya he hecho con dos historias: UVELT y una trilogía que de momento tengo pausada. Para UVELT esto ocupó un poco menos de una página de Word (aunque todavía me falta hacerle una revisión y pulirlo un poco) y para mi trilogía casi tres páginas en un cuaderno.

5. Después de tener en claro los aspectos más generales de mi trama, los principios más básicos de mi mundo, y los personajes principales, amplío un poco más mi mundo y el escenario teniendo en cuenta lo siguiente:

  •  Profundizar un poco más en la lógica que subyace al mundo y las reglas fundamentales por las que se rige.
  • El lugar donde se desarrolla la historia y cómo se relaciona éste con el resto del mundo.
  •   Dinámica del poder y sistemas de gobierno. ¿Cómo está repartido el poder? ¿Quién tiene poder y por qué? ¿Cómo es el gobierno? ¿En qué está basado? ¿Es una democracia? ¿Una teocracia? ¿Otro tipo de gobierno? ¿Quiénes buscan más poder y por qué? ¿Hay satisfacción con el actual sistema de gobierno? ¿Por qué?; ¿Cuáles son las principales instituciones de poder? ¿Qué sistemas de jerarquía existen? ¿Qué determina quién tiene poder y porqué?, etc.
  • Cultura. Aquí me centro en dos aspectos: a) Los rituales más relevantes en relación con mi trama y personajes. b) Nivel de avance tecnológico (y/o mágico) y las implicaciones más generales que tiene sobre el mundo (¿son nómadas o sedentarios? ¿Qué tan rápido se transmite el conocimiento? ¿Qué tan fácil es viajar de un lugar a otro? ¿Qué tan fácil es el comercio y el abastecimiento de productos? ¿Cuáles son los principales sistemas de comunicación?, ¿Qué tan avanzada está la medicina?, ¿Qué tipos de alimentos consumen?, etc.).
  • ¿Cómo llegó el mundo a su estado actual y por qué?

6. Finalmente, antes de comenzar el proceso de escritura como tal —y para tener una guía rápida que me sirva de brújula para mantener el rumbo adecuado— escribir una frase que resuma la esencia de mi novela y una sinopsis de máximo media página de largo.


Hecho todo esto creo que estaré lista para empezar a escribir una nueva novela. Pero antes voy a intentar aplicar este proceso a mi actual novela, UVELT. Ya les contaré cómo me va ;)

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