Acaba de terminar la segunda semana del campamento literario.
Voy atrasada con el número de palabras,
pero todavía tengo fe en lograr escribir las cincuenta mil palabras durante este mes, ya que, aunque atrasada,
llevo muchas más palabras que las que llevaba a mitad del desafío en noviembre pasado (al día 15 del reto en noviembre llevaba escritas 5904 palabras y hoy día 15 de este NaNoCamp, mi cuenta de palabras está en 9732).
Lo que más me ha costado cada día es empezar a escribir. Tiendo a
procastinar mucho, y cuando me interrumpen me cuesta mucho trabajo
volver a lo que estaba haciendo. Por eso, durante los últimos días
he tomado algunas medidas para ser más constante en la escritura y procastinar menos: